PORFIRIATO
EL PORFIRIATO
Porfiriato o Porfirismo es el período de 34 años en el que el ejercicio del poder en México estuvo bajo control de Porfirio Díaz. Este período comprende de 1876 (al término del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada) a mayo de 1911, cuando Díaz renunció a la presidencia por la Revolución encabezada por Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón. Durante el gobierno del general Porfirio Díaz se dio un giro en la actividad política nacional, puesto que alrededor de cuatrocientos años Mesoamérica, el Virreinato de Nueva España y las primeras décadas del México Independiente los gobernantes llevaron la administración pública con un claro sentido militar, y sus acciones estuvieron enfocadas a fortalecer al ejército en turno. Sin embargo, a raíz del comienzo de la segunda presidencia de Díaz, en 1884, se dio un vuelco que permitió a la política mexicana centrarse desde un ángulo más civil. El Porfiriato fue un periodo que provocó grandes desigualdades entre la población mexicana, y generó estabilidad económica y política al costo de la concentración de la riqueza en un pequeño grupo y la supresión de numerosas libertades civiles de la época.
Comercio las potencias mundiales de la etapa del porfiriato habían llegado a una nueva etapa del capitalismo: el imperialismo. La llamada segunda revolución industrial generó un aumento importante en la siderurgia, los transportes y la electrificación, haciendo más agudas las necesidades de materias primas industriales, alimentos, carbono y petróleo, mercados para los nuevos y numerosos productos, así como la salida para los fuertes capitales. Eso condujo a una nueva división del trabajo. El desarrollo de las exportaciones mexicanas y el de un mercado interno mexicano estuvieron ligados estrechamente. Conforme crecían las exportaciones, aumentaba la demanda de los productos.
Con el progreso del sistema ferroviario se abarataban los costos del transporte, y esto fue positivo para el crecimiento de las transacciones interiores. Industria el desarrollo industrial durante el porfiriato se vio favorecido por varios factores: la construcción de las vías de ferrocarril, la creación de un mercado interno más amplio e integrado, el aumento de la población y la inversión extranjera. Hasta 1890 la presencia de grandes compañías extranjeras dotadas de maquinaria y técnicas de producción y administración modernas le dieron un vigoroso impulso a la industria. Crecieron en forma importante las industrias textiles, de calzado, peletera, bebidas, papel, vitivinícola, productora de azúcar y alimenticia. Experimentaron también un avance importante las industrias fabricantes de cemento, siderurgia, y química. Debido al crecimiento industrial en ciudades como México, puebla, Orizaba, monterrey, Guadalajara, se inició consecuentemente la aparición del proletariado industrial; se integraba por peones cuya situación era mala: castigos, descuentos, largas jornadas, no tenían sindicatos, prestaciones ni derechos laborales; al igual que en las haciendas, existían tiendas de raya en las fábricas. La mayor parte del capital extranjero invertido en la industria era francés: 53.2% colocado sobre todo en textiles; le seguían Alemania, los estados unidos e Inglaterra; sin embargo 0no puede hacerse a un lado la importancia del capital nacional en la industria.
Sociedad y cultura
En los primeros años de la vida independiente el país estaba muy mal comunicado, se viajaba en diligencias, a caballo o a pie, por caminos malos y plagados de asaltantes, del transporte se hacían cargo los arrieros, con sus recuas de mulas.
Para ir del centro de México a los Estados Unidos había que viajar por barco, de Veracruz a Houston o a Nueva Orleans. También se llegaba por mar a Yucatán. Durante el Porfiriato, los ferrocarriles y el telégrafo transformaron la vida.
Los viajes resultaron más rápidos, cómodos y seguros; los mensajes llegaron en menos tiempo. Logró ampliarse notablemente la educación pública, cada vez más gente pudo estudiar alguna carrera y empezó a surgir en las ciudades una clase media de profesionistas y burócratas.
Mucha más gente aprendió a leer y esto permitió que aparecieran nuevos periódicos, revistas y libros escritos e impresos en México. La paz propició que avanzaran las ciencias, las artes y la técnica.
Se fundaron academias, museos y sociedades artísticas y científicas. Se construyeron teatros, que presentaban compañías europeas y mexicanas. Pronto el cinematógrafo se extendió por todo el país. Un grupo de historiadores publicó México a través de los siglos; otro grupo escribió México y su evolución social. Justo Sierra inaguró la Universidad Nacional. Los músicos crearon composiciones con hondas raíces populares.
Hubo grandes novelistas, poetas, crónicas y cuentistas. En los últimos años del gobierno de Díaz un grupo de muchachos brillantes y estudiosos formaron en la Ciudad de México el Ateneo de la Juventud, que buscó libertad y nuevos caminos para el pensamiento y para la creación artística.